Celanova es más que un punto en el mapa; es un tapiz tejido con hilos de historia, arte y devoción. Sus calles y plazas son páginas vivas que narran la rica historia de Galicia, invitando a viajeros y curiosos a descubrir sus secretos y maravillas.
El Monasterio de San Salvador en Celanova, una fundación que data de la segunda mitad del siglo X, se erige como un testimonio imponente del legado de San Rosendo.
El Santuario da Virxe do Cristal, situado en las proximidades de Vilanova dos Infantes, en la carretera de Ourense a Celanova, es más que un lugar de culto; es un símbolo de la historia y la espiritualidad gallega.
Allariz es una hermosa villa donde el tiempo se entrelaza con la historia y la cultura en una danza inmortal. Sus calles empedradas, flanqueadas por edificaciones, se despliegan como un laberinto encantado, invitando a perderse entre sus luces y sombras.
La Festa do Boi, que se celebra en Allariz, es una festividad con profunda raíces que se remontan al siglo XIII.
Desde su concepción, el Festival Internacional de Jardines de Allariz se ha consolidado como un evento de renombre que celebra la intersección del arte, la naturaleza y el diseño paisajístico.